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Se trata de llevar adelante un trabajo tranquilo, cíclico y programado de estimulación, y son los perros los que encuentran el camino de cómo
llevarlo a cabo.
Gracias Dra. Elsa Szwarcman
Perros que trabajan...
Entrenan duro y tienen rutinas de trabajo muy estrictas. Están siempre listos para acompañar a un ciego, ayudar a un nene en una terapia, buscar víctimas en catástrofes, detectar explosivos y drogas o custodiar gente.
No es que no les guste dormir, jugar o revolcarse.
Son perros que trabajan. Y parecen contentos, o al menos eso dicen sus colas movedizas.
Permiten a una persona mejorar su calidad de vida...
El despertador suena en la casona de Flores. Son las seis de la mañana de un miércoles cualquiera. Elsa aparece con los baldes de alimento balanceado y las pastillas antioxidantes. Ellos se abalanzan sobre la comida y desconfían de la pastilla, pero la tragan. ¿Toca baño con shampú o limpieza de dientes? Por suerte parece que nada de eso ocurrirá hoy:
irán directo al trabajo. Elsa vuelve a acercarse, esta vez ya sin camisón, y todos se amontonan para subir a la rural Renault 21. No es fácil acomodarse porque son nueve, pero afortunadamente el trayecto al Parque Roca es corto. Son las ocho en punto. Es hora de trabajar. |
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